miércoles, 25 de mayo de 2011

El gasógeno


Cada vez que el petroleo escasea (o bien los combustibles derivados de él) hay que empezar a pensar: ¿Qué se puede hacer para que los vehículos sigan funcionando? Actualmente recurrimos a la electricidad, la hibridación para reducir la dependencia o la menos popular y en declive pila de hidrógeno. Pero… ¿A que recurrieron hace años?


En las épocas de guerra y posguerra la escasa gasolina que había era destinada casi de forma exclusiva a vehículos militares, mientras que el resto de los mortales tenían que pensar en algo que pudiese hacer funcionar los vehículos de gasolina. Así surgieron los vehículos propulsados por gasógeno.


Hemos pensado que podría resultar interesante hablar sobre este modo de propulsión de vehículos en una serie de artículos, para luego ir avanzando en el tiempo y ver otros sistemas como los híbridos, eléctricos, GLP, GNC o la pila de hidrógeno.  Así que antes de pasar a ver lo que es el gasógeno con mayor detalle, 
resumiré en unas líneas generales su funcionamiento, que consiste en quemar leña o carbón en una caldera, produciendo gases que accionan el motor de explosión igual que lo haría la gasolina, a costa de una considerable pérdida de potencia y unas cuantas desventajas que conoceremos más adelante. Un sistema de gasógeno se compone de los siguientes elementos: 



- La caldera, para quemar el sustituto de la gasolina (leña o carbón)


- Un pre-depurador donde se depositarán  parte de los residuos generados al  quemar el combustible sólido


- Un refrigerador para condensar el vapor de agua y aumentar la densidad del gas


- Un depurador para eliminar productos condensables y el polvo restante


- Un ventilador para la puesta en marcha


- Un mezclador para hacer la mezcla aire-gas oportuna. 




Interesante no en otras ediciónes de nuestra revista te  explicaremos mas hacerca de esta posibilidad de combustible.



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